Y este es solo el comienzo...

Remontémonos al lejano 2019…y la vida nos cambió con un letrero en un poste de luz de la calle que ofrecía forrado de cuadernos: “Se forran cuadernos”. Como papás nos había tocado por años lidiar con el famoso forrado de libros y cuadernos, y si alguna vez lo han hecho sabrán que no es tarea fácil. De ahí nos surgió esa “espinita”, una pequeña idea que más tarde nos abriría camino en el mercado. Nos dimos cuenta que el mercado de los papeleros representaba un enorme potencial, y que teníamos la oportunidad de lograr incursionar y aportar nuestros conocimientos y experiencia al sector.

Al mes de ver dicho letrero en la calle, nos llegó otro anuncio como destinado a nosotros; esta vez se trataba de una Expo Escolar y ni más ni menos que en Iztapalapa en la CDMX, considerada la más grande del país. Nos arriesgamos y compramos cerca de 10,000 cuadernos, sin bodega o garantía alguna de vender aquella colosal cantidad de producto para nosotros en ese momento. ¿Cómo lo logramos?, la verdad es que ni nosotros lo sabemos. Participamos un segundo año en el mismo evento, comenzábamos a hacernos de una buena reputación e incluso de clientes recurrentes.

Dicen que todo lo que vale la pena en este mundo conlleva trabajo duro y podemos confirmarlo, en 2020 comenzó un bache al que no le veíamos fin, una pandemia; lo que sin duda nos dificultó el camino, pero nunca logró derribarnos. Navegando por Facebook, encontramos un grupo de papeleros, nos postulamos sin tener experiencia vendiendo en línea, y mucho menos en redes sociales; y para nuestra sorpresa que nos admiten. Empezamos a vender los cuadernos que nos quedaron de la feria, entre otros productos como el foamy y artículos escolares. Poco a poco fuimos metiendo más productos que los clientes iban pidiendo, nos ganamos el cariño y confianza de los clientes que seguimos atendiendo con enorme gusto hasta la fecha. Cada vez nos hemos ido imponiendo nuevos retos: incursionamos en el sector mayorista atendiendo a nuestros clientes en dicho mercado; además de empezar a importar productos propios a múltiples clientes papeleros en todo el país. Tenemos la fortuna de cubrir todo el territorio mexicano de punta a punta desde Tijuana hasta Mérida; con decirles que llevamos productos hasta la famosa Tlaxcala, que tiene fama de no existir.

El camino ha sido, es y seguirá siendo muy duro, pero no nos queda duda de que la perseverancia, y porqué no un poco de suerte, nos ha traído hasta donde estamos. La historia no termina aquí ya que no hay una sola historia, son muchas que nos van haciendo crecer a cada paso. Hay un dicho que dice que si amas lo que haces no trabajarás un solo día de tu vida, y nosotros dejamos de hacerlo hace mucho tiempo…